Celebramos

 

Crónica por Rubén Fiorentino

 

¿Qué vocablo debería emplear cuando sentís que la palabra gracias resulta insuficiente? Así me encuentro con el intríngulis al momento de escribir esta crónica de un acto institucional, el último de este año, no fue muy pródigo en ellos. Las tórridas condiciones climáticas auguraban una deserción importante de concurrentes y afortunadamente ese inicial pronóstico se vio rápidamente desvirtuado. Caras amigas pronto fueron poblando el salón de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos y Cultural “Dante Alighieri” de San Isidro que generosamente nos brindó las instalaciones para concretar el evento. El equipo de audio provisto por la peña folklórica “Cielito de San Isidro” aseguraba el óptimo sonido para que pudiésemos disfrutar de una espléndida velada. Que decir de los invitados especiales, los jurados que colaboraron para evaluar los trabajos recibidos para participar del XXIII certamen poético y XIX de cuento temáticos, los amigos que posteriormente serían designados con la Orden de la Amistad Tanguera, el Reconocimiento a la trayectoria y Socio de Honor, respectivamente nos estaban acompañando, participantes del certamen, el historiador Jorge Tirigall, los representantes de entidades amigas, difusores radiales, la bailarina Gladys Rivero, Teresita, viuda de Carlos Capparelli, el autor del tango Bandoneón de mi ciudad y el vals Clarisa, la cantante Margarita Abrodos y algunos otros que quizá no logré identificar.

También el jerarquizado elenco que se pudo reunir para celebrar en el curso de las entregas, diferido, el Día Nacional del Tango. Minutos después de la hora 19:00, con los compases del tango emblema, “De Academia” quedaba oficialmente inaugurado el acto. Jorge Gatti en su calidad de conductor dio las palabras de bienvenida para cederme luego el micrófono para que pudiera agradecer las presencias y el permitirnos el uso de las instalaciones a los dueños de casa. La cantante Alejandra Palermo a pesar de sus compromisos acudió a recibir su merecida distinción, la Orden de la amistad tanguera que recibió con indisimulada emoción

. Seguidamente el grupo de tango de Juventud prolongada que se integró al elenco merced a la eficaz gestión de la conductora radial Ana María Scarinci mostró sus figuras coreográficas al son de clásicos del género como Bahía Blanca y La puñalada para brindarnos un especial cierre con La cumparsita.

No se habían acallados aún los aplausos que recogieron los bailarines cuando la cantante Silvia Guglielmi salió al ruedo para ofrendarnos lucidas páginas de su repertorio como Parece mentira, María y Sombras de mujer. Concluida su participación el silencio se trocó en un espontáneo batir de palmas que coronó su presencia.

Nuevas entregas coparon la noche, el reconocimiento a los jurados Mirtha Gaitán, presidenta de SADE Zona Norte y Nidia Méndez Correa, integrante de la misma entidad, Norberto Ramazotti, responsable de la página web Viernes de letras y nuestra Norma Labat que además de exquisita cantante ejerce la docencia, a la que hallamos como candidata ideal para la función.

Siempre apuntalando el eficaz trabajo de Jorge Gatti en la conducción, destaqué la condición de diferente de nuestro certamen, donde todos los concursantes reciben alguna nominación hayan o no obtenido los premios de vanguardia y las menciones de honor. En esa situación, estaba la representante de “Los poetas del encuentro” de Villa Ballester, Norma María Fernández que recibió diploma por su participación. A continuación, recordé las menciones en ambos rubros. Allí las distancias que nos separan de sus domicilios impidió que tres de las cuatro menciones nos acompañarán, pero Ana Alicia Licitra, también de “Los poetas del encuentro” estaba presente para recibir su merecido premio.

Alternando las entregas con la música, esta vez trocando su condición de conductor habitual de nuestros actos institucionales por la de cantor, Rafael Ruffet se lució con las interpretaciones de La abandoné y no sabía, Tango de otros tiempos y Barrio de tango.

Avanzando luego con la entrega de los premios desde el quinto al segundo, nuevamente “Los poetas del encuentro” volvían a anotarse con María del Rosario Lorenzo que obtuvo el segundo premio en cuento y a Víctor Longo que se ganaba el premio especial Roberto Peregrino Salcedo.

Consecuencia de la labor de sus representantes no había dudas que ese grupo literario obtenía merecidamente el premio reservado a entidades. No solo ellos recibirían distinciones, en una noche en la que Norma Labat llegaba para deleitarnos con Como dos extraños, Cautivo y nada, aplaudidos a rabiar por el público presente que volvió a reiterarlos cuando la distinguiéramos seguidamente con el Reconocimiento a la trayectoria.

Momento especial fue cuando el académico titular de la Academia Nacional del Tango, Tito Rivadeneira era designado Socio de Honor, recibiendo los atributos que lo convertían en tal, pin de solapa, carnet plastificado de la entidad, pergamino personalizado argumentando los motivos de la designación, cuadernillo conteniendo las cinco obras triunfadoras de cada rubro y hasta el libro “Tango y Gardel en San Isidro” con dedicatoria y rúbrica de su autor Jorge Tirigall. Con visibles muestras de satisfacción agradeció Tito la distinción, que manifestó lo llenaba de orgullo.

En tanto, la expectativa crecía para que develáramos quienes habían obtenido el máximo galardón en cada uno de los rubros. El primero en recibir su merecido lauro fue Rubén Alberto Lamónica en el rubro poesía, el que me confió la lectura de su obra “El desafío”, poco después era Martín Ernesto Troncoso triunfador con su cuento “El bandoneón cósmico y su runfla intergaláctica” que él mismo leyó, el que llevara el reconocimiento del público.

El cierre musical lo dio Rubén Astudillo que cautivó a la concurrencia con su personalísima interpretación de Recordándote, Olvido y Pa´que sepan como soy, recibidos por aplausos y vítores de los presentes. La noche llegaba a su epílogo.

Llamé a la Comisión Directiva en pleno para que reciban el merecido aplauso por la gestación de este acto institucional, Gabriel Mateo oficiando como un idóneo operador, Margarita Sosa y Liliana De Santo colaborando eficazmente con las entregas, Jorge Gatti haciendo una lucida conducción, Ana María Scarinci gestionando y obteniendo la presencia de los bailarines, Ricardo Demelli perpetuando en imágenes fotográficas y videos cuanto acontecía en el anexo de la Sociedad Italiana y Mario Calónico desempeñando una invalorable tarea de anfitrión.

Me quedó tiempo aún para justificar la temática del próximo certamen literario que será XXIV de poesía y XX de cuento breve. Deberá versar sobre el cabaret Chantecler, al cumplirse el año entrante el centenario de su fundación. Llegaron después el necesario agradecimiento por las presencias y el deseo de unas … ¡Muy felices fiestas para todos!