sábado, 22 de diciembre de 2018

Resultados XVIII Certámen Poético y XIV Cuento Breve


Culminado el XVIII Certamen de Poesia y el XIV de Cuento Breve temáticos organizados por el Centro Cultural del Tango Zona Norte, Academia Correspondiente de la Academia Nacional del Tango se observaron los siguientes resultados:

                                                             Poesía

1° “Al rey del compás” Graciela Rubio - Ciudad Autónoma de Buenos Aires
2° “El rey del compás” Omar Luján Pertussi - Luján Provincia Buenos Aires
3° “Noches mías” Delia Esther Fernández Cabo - Canelones Uruguay
4° “No es el último" Viviana Battistesa - Castelar Provincia Buenos Aires
5° “Título merecido” Aldo Renato Guardati - Provincia Salta

1ª. Mención “Al gran maestro” Juan Carlos Velazque - Provincia San Luis
2ª. Mención “Incomparable compás” Juan Carlos Sinott - La Plata Provincia Buenos Aires

Jurados: Estela Garrido, Martha Muñoz y José Jorge Aldecoa Davies



Al Rey del Compás

Acercándote con temple majestuoso
y sin pronunciar palabra alguna,
tus brazos se agitan como alas
    dibujando en el aire mil figuras.    
El mundo entero se estremece
cuando las notas, - al surgir-
remontan vuelo
y se enlazan en formas armoniosas
capaces de elevarte al mismo cielo.
Con sólo una mirada dás la entrada,
estallan los violines, y en el ruedo,
responden bandoneones, grita el piano,
y los músicos se trenzan en el duelo.
Personaje inconfundible de la noche
le imprimiste tu color, creaste tu sello
y te fundís entre tangos y milongas
hasta hacer sangrar los instrumentos.
Alquimista, domador del mismo viento,
marca el equilibrio tu figura
y arrancás del cantor la letra pura
haciendo vibrar hasta al silencio.
Maestro gestual de un sentimiento
ampliaste el corazón del pentagrama,
y mostrás de su color todas las gamas
haciendo imborrable cada encuentro.
Sos “el rey” indiscutible;  éste es tu juego,
tu legado es eterno, no fugaz,
te coronaron Rey, Rey del Compás
porque sos mágico, sos inmortal
¡Maestro de maestros: JUAN DARIENZO!




                                                        Cuento Breve

1° “El imparcial” Rubén Alberto Lamónica Beccar - Provincia Buenos Aires
2° “La fobia de Juancito” Marcelo Gustavo Zanetti - Ciudad Autónoma Buenos Aires
3° “Historias y tangos” Irma Lilia Polola - Ciudad Autónoma Buenos Aires
4° “Estoy acá en esta soledad, Juan D´Arienzo y el amor de su vida” Hernán Sánchez Barros - Ramos Mejía Provincia Buenos Aires
5° “Esta noche canta el Zorzal” Diana Cornejo - Mina Clavero Provincia Córdoba
5° “Un muchacho de entonces” Raúl Elvio Fantín - Las Rosas Provincia Santa Fe

1ª. Mención “De tango éramos” Delia Esther Fernández Cabo - Canelones Uruguay
2ª. Mención “Salida con traspié” Sergio Simionato - Ciudad Autónoma Buenos Aires

Jurados Laureano Castaño, Ana María Perucho y Jorge Bottino

El Imparcial

Hace varios años atrás, siendo muy joven tuve oportunidad de almorzar en “El Imparcial”, dicen que es el restaurante más antiguo de la Ciudad de Buenos Aires y que por sus mesas, han pasado los más famosos personajes, argentinos y extranjeros, de la política, el deporte y el espectáculo.
Ya no estaba Severino García, aquel gallego que se instaló muy cerca de allí por el 1860 con su “Fonda y Botillería El Imparcial”, ofreciendo típicos platos gallegos y la especialidad que era el “puchero de gallina hervida con viejo vino Carlón”, tal como se hace referencia en la letra de un viejo y conocido tango.
La historia cuenta también que mientras vivió don Severino, en su local no estaba permitido el ingreso de mujeres. “Nada de vitroleras, alternadores, coperas ni orquesta de señoritas” decía aquel laborioso gallego.
Seguramente al morir García, esa medida misógina caducó porque la presencia femenina en “El Imperial” comenzó a ser bastante numerosa y bien recibida.
Era la primera vez que concurría y al ingresar me sentí transportado a un pasado lleno de anécdotas y de recuerdos.
Busqué una mesa junto a uno de los amplios ventanales con vista a la calle Hipólito Yrigoyen, allí me ubiqué y mientras esperaba ser atendido recorrí con la vista todo el interior de aquel tradicional lugar.
Al momento de elegir y luego de consultar el amplio menú, me decidí por el famoso plato de la casa, que no era otro que el puchero de gallina.
Cuando el mozo se retiró me distraje observando el movimiento de la calle que a esa hora del mediodía era muy intenso. Personas que caminaban en distintas direcciones y el interminable desfile de taxis, algunos lentamente buscando pasajeros y otros que por la velocidad se deducía que iban ocupados.
En ese momento me vino a la memoria haber leído que Juan D´Arienzo, conocido también como “El Rey del Compás”, había nacido muy cerca de allí, a no más de cuatro cuadras, cuando esa calle se llamaba La Victoria.
Como soy bastante imaginativo comencé a fabular que en ese mismo momento el maestro D´Arienzo hacía su entrada al local. Uno de los mozos se le aproximaba estrechándole la mano. Acto seguido el Maestro se dirigía hacia el sector en que yo me encontraba. Entonces comencé a agregarle detalles al hipotético encuentro.
Al pasar frente a mí, se detenía y muy amistosamente me saludaba. Sorprendido le devolvía el saludo, imaginando que me había confundido con otra persona.
Supuse que continuaría su camino, pero en lugar de retirarse me señaló la silla que estaba vacía y me preguntó si podía sentarse, a lo que accedí, pensando en la incómoda situación que se generaría cuando se diera cuenta de su error.
Con una enorme sonrisa y agradeciéndome haberle permitido compartir la mesa, D´Arienzo tomó asiento frente a mí.
Al enterarse que me aprestaba a comer puchero de gallina, llamó al camarero y pidió el mismo menú.
Soy Juan D´Arienzo ¿Vos cómo te llamás?, me preguntó, entonces comprendí que no se había equivocado de persona. Me presenté y al comentarle que era de San Isidro, recordó que siendo joven había concurrido algunas veces a los balnearios de Las Barrancas.
También hizo mención a varios músicos y cantores sanisidrenses con los que había compartido, según dijo, algunas de sus numerosas presentaciones. Eran nombres y apellidos sobre los que yo no tenía ninguna idea de sus existencias. Aún en mi ignorancia me sorprendieron gratamente esos recuerdos.
De a poco fui entrando en confianza y convirtiendo en diálogo lo que hasta ese momento había sido casi un monólogo de mi famoso compañero de mesa. Al preguntarle sobre sus actividades, me respondió que esa tarde tenía que presentarse en RCA Víctor para grabar el tango “Dicha pasada con el cantor Horacio Palma, entonces comenzó a desgranar varias anécdotas muy divertidas sobre situaciones sucedidas en anteriores grabaciones que tuvieron como protagonistas a músicos, cantores y a él mismo.
También me contó algunas vivencias de su infancia, de los amigos de aquella época, de sus estudios en el Mariano Moreno y hasta de sus primeros profesores de violín.
Interrumpimos la charla ante la aparición del mozo con el pedido. Salvo algún comentario aislado saboreábamos casi en silencio el exquisito menú.
Al reiniciar la conversación, le recordé que tiempo atrás, el el cine Centenario de San Isidro habían proyectado la película “La Voz de mi Ciudad” con Diana Maggi, Santiago Gómez Cou y Mariano Mores, donde él y su orquesta habían tenido destacada participación.
Mi curiosidad me llevó a preguntarle de donde venía su apodo. Hizo un silencio como jugando con mi expectativa. Luego me contó que lo de “El Rey del Compás”, venía de su época en El Chantecler, donde tenía continuas actuaciones.
En el lugar animaba un personaje llamado el “Príncipe Cubano” quien una noche tuvo la idea de presentarlo de esa manera y como le gustó el mote, lo adoptó definitivamente.
Según me dijo a ese lugar nocturno acostumbraba ir Carlos Gardel, algunas veces en compañía de Irineo Leguisamo, con quienes solía compartir algunos tragos y largas charlas.
A modo de confidencia me contó que el “Morocho del Abasto”, en uno de esos encuentros le vaticinó que su muerte sería en un avión. Ante mi sorpresa, se apresuró a decirme, nadie me lo cree, pero te juro que es verdad.
Cuando llegó el momento del postre, el maestro se disculpó por tener que retirarse. Pretendió pagar la consumición, cosa que no acepté por considerarlo mi invitado. Insistió, pero finalmente aceptó mi propuesta. Entonces sacó una tarjeta personal, me la entregó y me pidió en algún momento lo llamara para concretar un nuevo encuentro ya que, según dijo, había pasado un buen almuerzo en mi compañía. Reiteró sus elogios para San Isidro, nos dimos la mano y se alejó con una sonrisa. Antes de retirarse saludó al personal del restaurante.
Llamé al mozo para pedirle mi debilidad que es el flan con crema.
Mientras saboreaba el postre miraba la silla que tenía frente a mí, la que en todo momento estuvo vacía, pero que en mi novelesca imaginación la había ocupado nada menos que el maestro Juan D´Arienzo.
Luego de pagar y al momento de levantarme le di la pincelada final a mi fantasía, haciendo el ademán de guardar la inexistente tarjeta en uno de los bolsillos de mi saco.
 Mientras le daba una última mirada a “El Imparcial” me encaminé lentamente a la salida.
En ese momento se abrió la puerta. Con gran sorpresa quedé frente a frente con quien me estaba entrando, que resultó ser el auténtico Juan D´Arienzo.
Mientras me hacía a un lado para cederle el paso, no pude dejar de pensar en que el el Maestro nunca llegaría a sospechar que ese desconocido que tenía frente a él , pocos minutos antes, había fabulado un almuerzo en su compañía.
Estaba a punto de reiniciar mi camino cuando escuche la voz de “El Rey del Compás” que me decía: “¡Saludos a los amigos de San Isidro!”
Un escalofrío me recorrió el cuerpo al escuchar aquel inesperado y familiar saludo, mucho más al poner mi mano en el bolsillo del saco y encontrar la tarjeta personal de “El rey del Compás”. 




Premio Especial Roberto Peregrino Salcedo “Eternidad de los fueyes” Gustavo Eduardo Green - San Antonio de Areco Provincia Buenos Aires

Premio Entidades Poesía “Musicantes, arrabal y poesía” por los trabajos presentados por Delia Esther Fernández Cabo - Canelones Uruguay
Premio Entidades Cuento Breve “Peña Cielito de San Isidro” por los trabajos presentados por Rubén Alberto Lamónica – Beccar Provincia Buenos Aires

Felicitaciones a los triunfadores y a convocar a las musas para un nuevo desafío en la edición 2019 cuya temática será "El sainete y el tango", al cumplirse el año entrante el nonagésimo aniversario del estreno de "El conventillo de La Paloma" y el sexagésimo de la desaparición física de Alberto Vaccarezza.

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