Crónica
rea por Rubén Fiorentino
El convite era en la Academia, el bulín
donde nos rejuntamo los que chamuyamos posta
Minga de batirla fiel a la sin hueso del
punto ese que junaban Cervantes. Muchos gomías, algunos jovatos y achacados
pero colifatos con la idea de pasar una tarde de verba poligriya según los
puntos que se baten puristas. Me rajé temprano pa´ llegar justiniano pero el
bondi, de lunga espera me patió en contra. Así y todo, carpetié pronto que
había algún balurdo con el arranque y aproveche pal´ saludo al Quijote, la
Otilia y la Judith que como los otros esperaba la largada. Una mina papa cachó
el micrófono pa´presentar “Las deudas de fuego” que por ahí uno salió a deschavar que era un asado no garpado.
Uno por uno los quías del broli, bardos
de avería, según el prontuario, chamuyaron lo suyo pa´ todos los presente.
Algunos
cortely, otros parlando de La Boca, de barcarolas, de pucheros y cisnes. Y claro curdelas los
oídos de tan piolas laburos aplaudimos un toco, en garpe a lo escuchao.
Pa´rematar la cosa, igual que en cine de rioba con la pantalla al frente,
imágenes junamos, de un potien feten con bardos ya finados, que aún están presentes
y en el cuore llevamos. Después cayó una mina y un tipo algo delgao, sin chapa
en la azotea, lo junan el pelao. La mina con el canto y el punto con el piano
la escolasearon lindo con el gotan lograo. Era Boliche de estaño de mi gomía El
Quijote de la gorra, Hugo Enrique Salerno, un capo, que me osequió también La
quinta rubia, su esrito más copado, que engancha a Marilyn y al mudo en un llamado,
Contando cerca al frate, el filio en otro lado, llovían los pedidos de títulos
sumados.
Después de los hurras, gordo como un chochan, con el broli autografiao
me las tomé pal ´sute más contento que rope con dos cola. Así finaba un viernes
que algunos ortivan yeta y pa´siempre tuvieron el berretín de escrachar. La única
fule fue que le fayé al torcan que a la cheno la yugaba en Taconeando pero la
otra vamo a ir pa´ que no piense que la fayuteamos. Salú la barra, en otro
yeite volveremo a chamuyar tupido.
Fotos gentileza Espartaco Salerno y María Sueldo Müller
No hay comentarios.:
Publicar un comentario