lunes, 27 de febrero de 2012

Dos siglos color del cielo

El 27 de febrero de 1812, a orillas del río Paraná, en la ciudad de Rosario, el general Manuel Belgrano enarbolaba por primera vez la bandera nacional. Ese día las autoridades centrales lo habían designado al frente del Ejército del Perú y días después sucedería al sanisidrense Juan Martín de Pueyrredón al mando del Ejército del Norte, siendo su cuarto general.




Gloriosa y radiante en el firmamento rosarino, y basada en los colores celeste y blanco con los que había diseñado la Escarapela Nacional como distintivo de su división del Ejército, Belgrano izó la insignia que sería símbolo de la Independencia nacional ante las baterías de artillería que denominaría “Libertad” e “Independencia”, en el sitio en el que actualmente se erige el Monumento Histórica Nacional a la Bandera.


Retrato de Fernando VII

"Siendo preciso enarbolar bandera y no teniéndola, mándela hacer blanca y celeste, conforme a los colores de la Escarapela Nacional. Espero que sea de la aprobación de V.E.", señalaba la misiva al Triunvirato que no vería con buenos ojos una actitud tan abiertamente hostil hacia los españoles. De todos modos, pese a las teorías que indican que sus colores se deben al cielo o a la Virgen de Luján (de quien Belgrano era devoto), existe cierto consenso entre los historiadores en afirmar que los mismos remiten a los colores de la casa de los Borbones que gobernaban España desde el siglo XVIII y cuyo rey, Fernando VII se hallaba preso por la incursión napoleónica en la península Ibérica. No hay que ver en este detalle un lapso continuista de la historia sino un mero eufemismo (como la fórmula de autonomía adoptada por los patriotas de Mayo de 1810) para afirmar autonomía soberana en una coyuntura de incertidumbre política y militar.

Más allá de cualquier polémica y sólo con el espíritu de homenaje y celebración queremos, en este día especial, compartir un muy bonito trabajo que nos acercara vía mail nuestra amiga Marta Rodil. Consiste en una Oración canyengue a la bandera y esperamos lo disfruten tanto como nosotros…



Alta en el cielo
Ofrenda que incluye parte-citas
que florecieron en tu cumpleaños
(27.2.1812 – 27.2.2007)
Dios te salve en las alturas,
señora que cobijas en tu manto la utopía
y te apiadas de las almas que buscan su destino
en este mapa de maltrechas ilusiones.

Tu pupila es azul, enseña que nos legó Belgrano,
nacida del costado de su estrategia y su fervor
por luchar hasta el confín para fundar con vos la patria.

Estercita, hay hombres que te han hecho mal
y huyes del polvo y el espanto
adonde el viento pueda acariciar tu seda o tu percal.

Qué te voy a hablar de amor…,
pero sí, lo necesitas,
sirena adormecida sobre nuestro río de plata
que despiertas con un sol argentino en tu regazo.

Y qué nos vas a decir vos, tan cerquita de Dios,
tan ajena al ultraje de los años,
sin embargo cada vez que se hace justicia, se vence al odio,
se supera el desatino, se cumple la esperanza
o se comprueba que la verdad puede no ser un espejismo,
cae la rosa que engalana tus propias ilusiones
y nos besa, sonriéndose triunfal.

Señora de las tantas décadas sobre el azul del cielo,
desde tu signo infinito que avizora
esta cruz de congojas y de esperas,
perdona los pecados
y líbranos de teñir esta tierra en sangre hermana.

Tiéndenos siempre la mano
y sálvanos.

Marta Rodil



2 comentarios:

Anónimo dijo...


Al contrario, Atilio!,
es un orgullo, amo el tango y cuando puedo lo bailo.
Aparte de escritora
(tengo libros de poesía, narrativa y ensayo),
soy profesora en letras
y coordino talleres de lectura y escritura
dependientes de la universidad y la asociación
tribunales.
En mis clases todos los años incluyo
ese género tan nuestro y tan valioso que es el tango
y en las reuniones periódicas de Café literario
y café con las artes, invito a intérpretes
que lo incluyen en su repertorio
y muchas veces, a parejas que se lucen
con su coreografías.
Suelo viajar a Buenos Aires
y me encantaría conocerlos personalmente
y participar en algún evento de uds.
con el recitado de algo mío.
También tienen que ver con el tango
algunas cosas picantonas que he escrito,
por ejemplo un largo poema que presenté
en la Bienal de Arte Erótico, organizado por
la Escuela de Artes Visuales (donde también
hicimos una presentación con mi compañero
de tango, que fue muy aplaudida).
Dejo eso para cuando entremos más en confianza, ja ja,
pero ahora le mando la carta-justificación
donde explico cómo nació mi oración a la bandera
(estando yo en Barcelona), que estoy segura
les va a gustar y que autorizo a publicar.
En fin, espero que éste sea el comienzo
de una hermosa amistad.
¡Y felicito al Centro, por su blog!
Muy cordialmente.
Marta Rodil

Centro Cultural del Tango Zona Norte dijo...

Quisimos compartir con Uds. la carta que nos remitiera Marta Rodil a propósito de su Oración canyengue a la bandera, en la cual explica sus sensaciones al plasmar su obra y realmente no tiene desperdicio...

c a r t a

el 27 de febrero de 2007 se cumplieron 195 años desde que
Manuel Belgrano creara la bandera argentina


cuando en diciembre último yo estaba lejos del país
sentí la necesidad de escribirle a nuestra bandera,

¡¡¡¿una oración a la bandera…..?!!!,

a los ojos de la razón jamás se me hubiera ocurrido
pero no pude negarme al mandato,

y a medida que la iba escribiendo
no dejaba de extrañarme
por lo que me dictaba
ese "otro que escribe por mí", como decía Borges.

la mía se trata de una bandera de confección humilde
y no de la suntuosa de ciertas ceremonias,

se trata de la bandera que responde a la utopía personal,
ésa a la que se apunta en la vida
y que uno trata de sostener
-fallidamente en muchos casos
a causa de nuestra precaria condición humana-.

una bandera en la que intervienen también retazos,
pedacitos o fragmentos
(a ellos alude la palabra “parte-citas”,
en el epígrafe que acompaña el poema)
que se nos quedaron grabados
de las letras de tango, de marchas y oraciones, de poesía
o incluso de títulos propios y ajenos

como por ejemplo ese “tu pupila es azul”
que Bécquer pone en boca del enamorado
que le habla a su amada
y que yo necesité decirle a nuestra bandera,

quizá porque su mirar es celeste,
porque aspira al universo
y porque no deja de ser una única pupila azul
en la escarapela,
que arraiga en nuestro pecho hasta el corazón y más allá
o en el más allá.

me he animado
a alternar el tratamiento que correspondería
al uso del vos, del tú y del usted
en las conjugaciones verbales, tal como sucede
en nuestra realidad de hablantes,

y a jugar, a consagrar,
a sacralizar y desacralizar un símbolo
porque para mí la bandera es la más linda
“pebeta de trenzas” que acaricia el viento,
ésa a la que algunos hombres
(algunos seres humanos) le “han hecho mal”,
parafraseando algunas frases de “Milonguita”,
y no deja de ser una señora, como también Nuestra Señora
y la madre que ilumina y se compadece.

por eso yo la convoco:
“tiéndenos la mano y sálvanos”
(como hace Prevert, con el amor en su caso)
porque ella siempre podrá salvarnos.

en fin, me he puesto a...
y en poesía no...,
pero a veces vale.

a medida que la iba cosiendo y bordando
la iba limpiando de hilvanes, de pelusas y de hilachas,
de cacofonías, redundancias o cositas por el estilo
y para el 27 de febrero la oración estaba terminada.

la noche anterior, el diario
me sorprendió con la noticia de que ese día
se cumplirían los 195 años de su creación.

ya tenía entonces
mi regalo de cumpleaños.

gracias.

Marta Rodil
Santa Fe, marzo de 2007.

+Enlaces

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

- Día Nacional del Bandoneón -

- Día Nacional del Bandoneón -
El 11 de junio se celebra el "Día Nacional del Bandoneón" en homenaje a un nuevo aniversario del natalicio del mayor exponente de ese instrumento, Aníbal Carmelo Troilo o simplemente...Pichuco