jueves, 1 de septiembre de 2011

“Palpitango primavera”, la crónica


El clima propicio de la noche del sábado 27 de Agosto hacía presagiar que la denominación del espectáculo que se ofrecía no iba a quedar descolocada y efectivamente así fue. “Palpitango primavera” rezaba el anuncio que preanunciaba una nueva presentación del Centro Cultural del Tango Zona Norte en un escenario querido para muchos sanisidrenses porque nos retrotrae a una época pretérita donde una pujante empresa, Standard Electric Argentina, era fuente de trabajo para casi 5000 trabajadores y sus respectivas familias. Con el correr del tiempo y las distintas crisis que nos obligaron a sobrellevar “los cráneos de la economía mundial”, la otrora firma líder en telefonía, cerró sus puertas y el partido perdió ese polo forjador de empleo, no obstante, los que alguna vez pasaron por esa casa crearon la Asociación de Jubilados y Pensionados de Standard Electric, entidad donde los viejos compañeros siguen confraternizando como si el almanaque se hubiera detenido en el tiempo de la felicidad.
Ricardo Demelli, Presidente de la entidad anfitriona nos dio la bienvenida para que como dice nuestro querido Jorge Gatti “el tango siga teniendo vigencia”…Con los acordes de la melodía que se afianzó como nuestro emblema y carta de presentación, “De Academia” de y por Osvaldo Fresedo comenzó a gestarse otra inolvidable jornada para quienes gustamos de esta música hoy patrimonio de la humanidad. Rafael Ruffet con su oficio y personalidad fue el encargado de conducirla y tras sus breves pero elocuentes palabras iniciales cedió el centro del escenario a dos experimentados y talentosos guitarristas como son Julio Pérez y Carlos Bianchi. Ellos serían los encargados de acompañar con sus instrumentos a las damas y los caballeros previstos en la reunión, pero antes de hacerlo, no se si para despuntar el vicio o acaso como yapa nos regalaron un memorable instrumental de “La trampera” de Aníbal Troilo que hasta algunos de los asistentes se animaron a bailarla.
Con las manos aún rojas de aplaudir a los músicos era el tiempo de recibir a la primera de las damas que engalanaba nuestra noche y ella fue Valeria Raffa a quien conocimos como finalista del certamen de cantores y cancionistas Carlos José Pérez de la Riestra, “Charlo” y hoy resulta ya una habitual convocada a nuestros actos institucionales. La joven cantante no defraudó las expectativas y a las tres composiciones que tenía previsto realizar debió agregarle una cuarta por pedido del público que a esa altura gozaba plenamente por haber decidido concurrir. En tanto los dueños de casa se esmeraban por la atención del buffet tarea en la que sobresalían sin duda Elsa Tablado y Lita Garro.
De la promisoria intérprete pasamos a un maduro caballero con muchos escenarios trajinados como Raúl Román que hacía su debut exclusivo en este tipo de reuniones. Un repertorio de temas inolvidables le dieron al cantor la posibilidad de obtener un silencio respetuoso para su actuación y un aplauso bien ganado después de lo brindado. En tanto otra dama decía presente y era nada menos que Norma Labat quien asomara al tango en nuestra vieja sede de Pirán 444, Martínez, día en que nada menos que Osvaldo Ribó le auguró una exitosa carrera y a fe que no se equivocó.
Con refinado buen gusto Norma es muy cuidadosa en la elección de su repertorio, hecho que sumado a sus naturales condiciones canoras y el permanente estudio le da ese nivel de aceptación del que siempre da muestra. Como no podía ser de otra manera arreciaron las ovaciones y vítores que obligaron al consabido “otra” que la dama complació con gusto. Los bailarines luego se adueñaron de la pista donde descolló el profesor Oscar Báez y sus alumnos, más algunos otros ocasionales bailarines, entre ellos nuestra compañera Margarita Sosa, quienes también quisieron dibujar figuras coreográficas en “Palpitando primavera”. Aún restaba una parte importante del espectáculo pero el espíritu danzante de los muchachos y muchachas sin distinción de edades hizo que las selectas grabaciones ocuparan más tiempo del previsto.
Superado el momento, Ruffet volvió al ruedo para recordar la celebración de nuestro decimocuarto aniversario el próximo 18 de Septiembre, fecha en que se realizará un nuevo espectáculo artístico con la presencia del maestro Luis Migliori y su formación en el teatro “Del Viejo Concejo”, 9 de Julio 512, San Isidro a las 20, como de costumbre con entrada libre y gratuita. No perdió ocasión tampoco de promocionar el XI certamen de poesía y VII de cuento breve que tiene por temática “El organito” y recibe obras hasta el 15 de Octubre inclusive.
De vuelta con la acción en vivo, otro debut se produciría en los minutos subsiguientes cuando el conductor anunciara a Eduardo Fraiz, un interesante valor que se presentaba por primera vez con esta parte del conurbano bonaerense y tuvo su posibilidad de acreditar pergaminos. Como sus antecesores debió prolongar su actuación a pedido del soberano que coronó su trabajo con un óptimo grado de aceptación. Una alumna del gran Sebastián Piana, la Sra. Bety País era la que tomaría luego la posta para dar una acabada muestra de su oficio de cantante, su personalidad sobre un escenario y su llegada al público. Esta vez postergó el pedido de nuestro compañero Jorge Gatti que le solicitaba una versión quechua de La Cumparsita para regalarnos Argentina de Sebastián Piana y Homero Manzi que tocó la sensibilidad de hasta los más remisos en manifestaciones públicas. Agradeció Bety todas las muestras de cariño y admiración que sus actuaciones despiertan para dar paso a quien sería el encargado de cerrar “Palpitando primavera”. Juan Carlos Guillén se hacía dueño de la noche del sábado para brindarnos lo más selecto de sus creaciones y quienes allí estábamos no queríamos que el tiempo corriera. No me animo a destacar una de sus páginas más calurosamente recibidas pero si alardeamos de guapos tenemos que jugarnos por una y yo pongo mis fichas a Sin Pensarlo de Vilas y Cardenal que provocó el recuerdo inevitable de Jorge Vidal, nuestro admirado Socio de Honor y el palpitar acelerado de los corazones de los muchos gardelianos presentes. Con esto se nos iba Palpitando Primavera que a pesar de otras ofertas tangueras importantes a no mucha distancia del lugar, había acaparado, con justicia, la atención de una importante cantidad de público que rehusaba a marcharse y entonces, fuera de todo programa y a pedido de los muchos que fueron sus amigos, leí el hermoso poema que Maria Claudia Crescente dedicara a la memoria de José Luis Philipp que emprendiera hace ya casi un año, la gira celestial.

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