Chau "Vasco"...

 

Una vez más “la huesuda” acudió a llevarse a uno de los nuestros. Sin reponernos aún de las partidas de Oscar Vera y Héctor Moyano, en las vísperas de Navidad, lamentablemente me anoticio del viaje sin retorno de un poeta de raza, Adolfo Zabalza, el querido “Vasco” de Pergamino. Ningún hecho cotidiano escapaba a su pluma. Con un lenguaje sencillo y directo, sin abundar en metáforas, construía sus características décimas a las que le imprimía una emoción singular, imposible no conmoverse al leerlas.

Amigo de otro de los que partió para los pagos “ donde no se vuelve”, Don Pedro Cahue, lo conocí como participante de los tradicionales certámenes literarios temáticos organizados anualmente por el Centro Cultural del Tango Zona Norte. Desde su primera participación le fui tomando simpatía pues fueron muy curiosos esos primeros contactos. Como participante ansioso por conocer la evaluación de sus trabajos me enviaba correos electrónicos mucho antes que los jurados se expidieran y ellos venían redactados también en décimas, como el común de su obra. Acaso para llevarle la corriente o para despuntar el vicio de versear, el que esto escribe le respondía en su estilo no exento de términos lunfardos y esta ida y vuelta, hasta finalmente poder anunciarle su ubicación, se convertía en una suerte de payada de estos tiempos (vía correo electrónico). Evito ser jurado de estas convocatorias a concursar porque la lectura de las obras, eliminando a las que no corresponden a la temática solicitada, te van haciendo identificar estilos y reconocer a sus autores y eso atentaría con la ecuanimidad que debe tener quien evalúa. Por esa misma causa, el trato a través de los años, se va creando el lazo amistoso con muchos de los habituales participantes, el porteño afincado en Córdoba, Luis Ángel Nazzi, la uruguaya de Canelones, Delia Esther Fernández Cabo, a quien le prologué uno de sus libros, el poeta lunfa Carlos Casellas, con el que incluso somos parte del elenco de un mismo ciclo radial, con Rubén Alberto Lamónica, "Santana" para los amigos, con el que me crie y con el que integré aquel equipo de fútbol barrial que se conoció como "Los tanos", con Berta Susana Brufman, reciente segundo puesto en cuento breve y claro con el pergaminense Adolfo Zabalza, que se alzó con el premio máximo en 2012 y 2015.

El “Vasco”, tipo atento si los hay, no paraba de tener sus atenciones en forma de décima para cada celebración, del padre, del amigo, Navidad, nuevo año, nada escapaba a su talentosa pluma. Por cierto, deja un vacío inmenso su partida y un hueco grande en “el de la zurda” en quienes tuvimos la dicha de tratarlo. Se fue un poeta de raza, amante de la rima y de la métrica a las que nunca abandonaba y se fue también con él un hombre de honor que supo en su escritura comprometida, fijar posiciones respecto a diferentes aspectos de la realidad nacional.

Hasta siempre, “Vasco” y gracias por todo lo que nos brindaste, te vamos a extrañar…