Por Rubén Fiorentino


De allí en más las mujeres fueron las exclusivas protagonistas con algún caballero aportando lo suyo como partícipe necesario. La primera grata sorpresa las darían los bailarines Ornella Steffanolli y Fabricio Rubén Berón, dos criaturas; ella, 11 años, él, 12, danzando El huracán, Milonga de mis amores y Desde el alma con un sincronismo, elegancia y exquisitez a la hora de dibujar figuras coreográficas digna de profesionales avezados. Confieso que muchos nos preguntábamos: “si no serían realmente enanos disfrazados de chicos”. Acierto incuestionable de Margarita Sosa, Vocal del Centro Cultural, que inmediatamente que los vio en las milongas callejeras de Martínez pensó en mostrarlos en el escenario de un teatro.
No salidos de ese estupor que además provocó el consabido enrojecimiento de palmas de los presentes la Sra. Raffa dio entrada a los otros dos únicos representantes del “sexo fuerte” que integraban el elenco, los guitarristas Carlos Rubén Salazar y Julio Pérez que acaso “para entrar en calor” se despacharon con Inspiración y Silbando. Sería el prólogo de la presencia en el escenario de la primer cancionista de la noche, Alicia Pometti. Debutante absoluta en los espectáculos organizados por el Centro Cultural, la dama justificó con creces la convocatoria. Con una personalidad innata y un dominio del escenario que se traslucía en cada movimiento abordó temas tales como Los cosos de al lao, Muñeca brava, Muchacho y Como dos extraños, “uno mejor que el otro” según me llegaba la resonancia de los corrillos en las plateas.

Detrás del cortinado Betty País “se salía de la vaina” esperando su momento que por supuesto no desaprovechó. Fueron cuatro temas, igual que las colegas que la precedieron: Ya estamos iguales, Flor de Virulazo, obra de nuestro recordado y querido “Jorfer” y Noches provincianas. El cuarto debió ser Argentina de Sebastián Piana, su admirado maestro, y Homero Manzi “El poeta de Añatuya” pero a pedido del público tuvo que cambiarlo por su singular versión de La cumparsita expresada en lengua qetchua. Según el léxico futbolero de muchos de los asistentes “Betty la rompió”, pero había mucho más todavía para ofrecer como ese Comme il faut instrumental que nos regalaron Salazar y Pérez que personalmente me emocionó pues me hizo recordar la última interpretación pública que hizo para el Centro Cultural mi dilecto amigo José Luis Philipp que hoy integra la orquesta celestial.
Y en tren de confidencias tampoco pude negar que me conmovió también el agradecimiento que hacen a nuestra entidad, en la portada de su último disco compacto Las Musas Orilleras, que prestamente se aprontaban a entregar su arte al público. Andrea Bollof comenzó cantando Nido gaucho mientras Sandra Antonuci la acompañaba desde la guitarra con un afiatamiento que habla de un trabajo profesional y responsable de muchas horas ensayando para brindar lo mejor de sí al soberano. Siguió el vals Pequeña, el infaltable Timbos, obra que les pertenece y Siga cantando nomás de Carmen Guzmán y un Socio de Honor del Centro Cultural del Tango Zona Norte, el querido Héctor Negro.
Y en tren de confidencias tampoco pude negar que me conmovió también el agradecimiento que hacen a nuestra entidad, en la portada de su último disco compacto Las Musas Orilleras, que prestamente se aprontaban a entregar su arte al público. Andrea Bollof comenzó cantando Nido gaucho mientras Sandra Antonuci la acompañaba desde la guitarra con un afiatamiento que habla de un trabajo profesional y responsable de muchas horas ensayando para brindar lo mejor de sí al soberano. Siguió el vals Pequeña, el infaltable Timbos, obra que les pertenece y Siga cantando nomás de Carmen Guzmán y un Socio de Honor del Centro Cultural del Tango Zona Norte, el querido Héctor Negro.

Aún restaba “la yapa” y el público presente aguardaba por ella. Ésta llegó con todas las damas sobre el escenario entonando improvisadamente, pero no exenta de calidad, una versión que todos recordaremos de El día que me quieras. El cierre acontecía con ello pero aún restaba el agradecimiento a los presentes y ofrendas florales para las damas, al cabo, las homenajeadas de la noche, que “habían laburado a destajo” por esos aplausos que justicieramente se ganaron sobre el escenario y las que desde el anonimato de su labor en CD del Centro Cultural bregan por concretar todos estos espectáculos para la comunidad.
-Nota: Agradecemos las fotografías que nos enviara, vía facebook, Alicia Pometti y que nos permiten ilustrar mejor este artículo. Hay más videos de "Primero las damas", disponibles en youtube (Perfil de Esteban Fiorentino)
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