domingo, 16 de diciembre de 2012

Letras, tangos y algo más...


Crónica

Por Rubén Fiorentino
Sabía, cuando afrontamos el último compromiso institucional del año, que el relato de lo sucedido en la jornada de la víspera no sería igual de los otros actos que le precedieron. Un montón de circunstancias jugaban para que sucediera de esta manera.
Ya la previa había sido difícil porque teníamos que llegar contra reloj, en tiempo y en forma a confeccionar el cuadernillo conteniendo las obras ganadoras del certamen, las bases de un nuevo certamen y la clásica editorial que trata de reseñar lo acontecido en un año de labor.
Se había cruzado entre semana el descubrimiento en la Plaza Carlos Gardel de la placa que recuerda el centésimo vigésimo segundo aniversario del natalicio del “Zorzal”, hecho que le restaba tiempo a otras tareas que debíamos realizar como mandar a grabar los nombres de los ganadores del certamen y los que merecieron el Reconocimiento a la Trayectoria y la Orden de la Amistad Tanguera. Había también que diseñar los pergaminos para agasajar a poetas, cuentistas y entidades que recibirían la distinción. Comparando la situación inmediatamente nos vino a la memoria aquella letra que Horacio Ferrer escribe para Soy un circo: “Soy un payaso y si hace falta soy el oso, el tony, el pony, el acomodador, el director de pista, el dentista del elefantes y el tragafuegos”… Así se sentía Graciela Willis cuando acreditaba a los concursantes del certamen y cámara en mano trataba de reflejar cuanto acontecía en el escenario, del mismo modo Margarita Sosa, haciendo de anfitriona y entregando distinciones a los homenajeados, Jorge Gatti que por distintos imponderables debía modificar con celeridad la cronología de un espectáculo perfectamente planeado que sufría alteraciones de última hora mientras no perdía de vista su rol de conductor y acaso un servidor que colaboraba con el nombrado, reconocía a las autoridades, representantes de entidades y medios de prensa presentes, oficiaba de tesorero y en el tiempo libre, trataba de memorizar lo que estaba sucediendo para volcar luego sobre el papel.
Minutos después de la hora prevista, exactamente a las 20:18 comenzaba a escucharse el tango emblema, “De Academia” que invariablemente fija los comienzos de cada acto institucional. Seguidamente Gatti con el saludo de rigor y la presentación de lo que sería a la postre el espectáculo me daba la necesaria entrada para darle la bienvenida a los presentes y augurarles una noche feliz.
Jorge Ariel era el encargado de inaugurar la jornada y como prólogo de lo que luego vendría resultó altamente satisfactorio lo suyo. Este viejo cantor de cantinas saco a relucir todo su oficio para arrancar los primeros aplausos de la noche ante un público siempre exigente recurriendo a un repertorio tradicional.  Ante la imprevista ausencia de los bailarines Roberto Lot y Rosa Bustos, otra voz conocida atrapaba a la audiencia presente en el teatro “Del Viejo Concejo”. Se trataba de ese excelente cantor, a ratos difusor de tangos y organizador de espectáculos que es Andrés “Chocho” Hidalgo. Algo gris ya el cabello pero con la elegancia habitual luciendo un llamativo saco rojo “el Chocho” continuaba con la línea de jerarquía prevista para la ocasión en que cerrábamos un nuevo año de vida, precisamente en el que meses antes celebrábamos nuestro décimo quinto aniversario.


En tanto, detrás del cortinado el maestro Lucho Repetto y sus compañeros de U. B. Tango se salían de la vaina para mostrarse al público sanisidrense. Inmediatamente anunciado por la verba florida de Gatti no se hizo desear el músico arrancando con un instrumental que dejó enrojecida las palmas de los presentes  que así demostraban su satisfacción por la entrega. Vendrían otros después celebrados con la misma euforia hasta que llegó el momento de presentar a la voz invitada, el formidable Raúl Funes, un vecino del que nos enorgullecemos que como siempre respondió largamente a las expectativas. Con Jorge Gatti, Graciela Willis y mi hijo Esteban, teniendo en cuenta otras versiones escuchadas, incluso en el pasado reciente, coincidimos que su interpretación de Balada para un loco es insuperable. Aunque justo es decirlo a mí me encantó por una razón afectiva ese Romance de barrio que nos regaló la noche del sábado, la misma página que con la voz de Floreal me acompañó como cortina durante mis diecisiete años como difusor de tangos.




A la labor del cantor le seguiría una de las máximas emociones de la noche, el Reconocimiento a la Trayectoria que con justicia correspondió a la cancionista Marta Cortés. Visiblemente emocionada subió la homenajeada para recibir de manos de Margarita Sosa, Luis Ferroni, representante del San Isidro Automóvil Club, Jorge Tirigall, presidente de Hijos y Amigos de San Isidro y el propio Raúl Funes, compañero en tantos escenarios, el trofeo establecido para la ocasión, el clásico pergamino y el libro donado por el historiador local y presidente de la entidad que organiza las tradicionales serenatas.


Marta quiso de alguna manera agradecer el reconocimiento pero como no le parecieron suficientes las palabras nos obsequió Malena, que pese a las afirmaciones en contrario de mi amigo Pedro Nutz, “sigue cantando desde el porfiado rezongo del fueye junto a los versos sin tiempo de Homero”.


Siempre con el maestro Repetto regalándonos su arte y también sus humorísticas salidas continuó el espectáculo, esta vez con otro peso pesado sobre el escenario, nada menos que el joven y talentoso Fernando Rodas. Estaba pactado previamente que el cantor interpretara tres temas pero ni él ni la platea lo juzgaron suficientes y  nos dio una jugosa yapa que todos agradecimos. Es difícil elegir cual de los temas nos gustaron más, Duelo criollo, Naranjo en Flor, Gricel… fueron una acabada demostración de un relevante intérprete de nuestros días.






Seguía después otra entrega que me tocaba muy de cerca, la “Orden de la Amistad Tanguera” que en esta oportunidad recaía en un colaborador incansable y responsable de este espacio en la web, Esteban Román Fiorentino, quien subía a recibir su distinción que recibió de manos de Eduardo Willis, del “Club los Abuelos de Beccar”, Ricardo Demelli, de la Asociación de Jubilados y Pensionados de Standard Electric y de Margarita Sosa, quien se permitió una improvisada y emotiva alocución. Agradeció en el micrófono Esteban restando trascendencia a una tarea que hace con  verdadera dedicación y particular celo.


En verdad no había muchos concursantes acreditados para recibir sus distinciones y no se pudo hacer en la forma prevista de mantener la incógnita hasta el final, primero las menciones y los premios menores hasta llegar a los triunfadores de ambos rubros. Entonces para abreviar y dado lo avanzado de la hora se procedió a coronar a Adolfo Zabalza, triunfador en poesía. El de Pergamino subió al escenario, se fundió en un interminable abrazo con este servidor y deleitó a los presentes con la lectura de su trabajo. Delia Fernández Cabo no había podido viajar desde Canelones, Uruguay pues estaban agotados los pasajes pero mandó a una representante que retiró sus trofeos de Cuento Breve y el que consiguió nuevamente en el rubro entidades para la Academia del Tango de Uruguay, con la colaboración de Teresa Marzialetti de Gaspari, Olga Méndez Claverie y Cristina Rodríguez Acosta. En esta entrega contamos con uno de los jurados, Hugo Enrique Salerno que superando inconvenientes se había llegado a la tradicional sala de San Isidro. Como si fuera un oxímoron, en el rubro Cuento Breve resultó ganadora la entidad “Los poetas del encuentro” de Villa Ballester por los trabajos de sus representantes Sergio García (presente en la sala), María del Rosario Lorenzo y Norma Fernández.


Minutos después previa entrega a los presentes de los cuadernillos conteniendo las obras ganadoras culminaba una noche que seguramente quedará por mucho tiempo en las retinas de los presentes como uno de esos gratos momentos a veces suele regalarnos la vida.  

No hay comentarios.:

+Enlaces

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

- Día Nacional del Bandoneón -

- Día Nacional del Bandoneón -
El 11 de junio se celebra el "Día Nacional del Bandoneón" en homenaje a un nuevo aniversario del natalicio del mayor exponente de ese instrumento, Aníbal Carmelo Troilo o simplemente...Pichuco