CRÓNICA
Por Rubén Fiorentino
Ayer, sábado 17 de Noviembre, volvimos a ganar la
plaza. Continuando un romance que viene de años, el Centro Cultural del Tango
Zona Norte se presentó, como es tradicional, con su embajada artística, en el
centenario paseo y fue fiesta. Se cumplía el trigésimo primer aniversario de la
ciudad y por supuesto no podíamos estar ausentes.
Ya el año anterior condiciones meteorológicas adversas para espectáculos al aire libre nos había privado de mostrarle a los lugareños a un conjunto de los quilates de La Antigua Fray Pimiento y nos dolió en el alma. Por eso esta vez llevábamos en la manga la alternativa de corrernos a la Escuela N° 9, vecina a la plaza, si acontecía algo similar pero no hizo falta. El tiempo nos fue propicio para que de a poco los ocasionales espectadores se fuesen ubicando en las gradas del anfiteatro y en el pequeño muro que circunda la pista central dispuestos a disfrutar del que a la postre sería un magnífico espectáculo.
Todo era ansiedad
cuando comenzaron a sonar los compases del tango emblema, “De Academia” que
anunciaba el comienzo de un nuevo acto institucional. Sería el tradicional
conductor de la entidad, Rafael Ruffet quien diera la bienvenida a los
presentes, en tanto detrás una joven formación esperaba el momento para mostrar
sus condiciones a una exigente platea. La orquesta de Tangos del Partido de
Almirante Brown, dirigida por el pianista Agustín Kolaric nos visitaba y
nosotros esperábamos dispuestos a premiarlos con nuestros mejores aplausos.
Cuando Mariana Novoa diera el puntapié inicial de la actuación, algunos
memoriosos entre los que me cuento, la recordábamos como finalista, en el año
2006, del Certamen de Cantores y Cancionistas; Carlos José Pérez de la Riestra,
“Charlo”, por nosotros organizado en el marco de los festejos por el
Tricentenario de la Instauración de la Capellanía de San Isidro. Puntualizamos
que en aquella oportunidad los jurados, Mario Sejas, Marta Cortés, Raúl Funes,
Leticia Pérez de la Riestra y Beatriz Suárez Paz habían tenido una ardua labor
para determinar esas leves diferencias entre tantos notables entre los que
estaban la visitante de anoche, Pablo Lago, Valeria Raffa, Sandra Savoia, Luis Caroprese,
Alejandra Palermo por citar algunos.
Balada para mi muerte de Piazzolla y Ferrer
marcó el comienzo de sus entregas para un público que enrojecía palmas para
retribuir su canto. Luego, el instrumental de rigor para lucimiento de los
bailarines Fernanda Carrizo y Denis Espinoza que al son de La Yumba de Osvaldo
Pugliese demostraban sobre la pista su arte al danzar. A todo esto, cuando la
orquesta arrancaba con A Evaristo Carriego ya otras parejas de entre el público
copaban el reducto participando de una jornada que aún tenía mucho para
brindarnos.
Me tocó en nombre de la institución agradecer las presencias de los que se habían dado cita y también de los medios radiales y televisivos
que cubrían el evento. Así destaqué al canal zonal que minutos antes nos
realizara sendas notas a la bailarina Fernanda Carrizo, primero, y a quien estas
líneas escribe, después.
También estaban
presentes por FM Fenix Jorge Bottino, conductor de “Las cosas por su nombre” y
Pedro Cahue que hace otro tanto con “Los tangos y Ud”, contando también con el
propio Ruffet, que desde FM Estilo nos regala cada día “Compartamos la mañana”.
A continuación de la alocución nuevamente un clásico cobraba vida en la
voz de Mariana Novoa, Sin palabras, que arrancó ovaciones y no pocos
vítores de la concurrencia. En este punto los instrumentistas de la orquesta se
tomaron un pequeño respiro, excepto Kolaric que con su piano acompañó a la
cantante en páginas como Cuando tú no estás, Uno y Garganta con arena que
también recrearon un improvisado coro entre los asistentes logrando así esa
comunión saludable y necesaria entre los intérpretes y el soberano.
El programa
que oficialmente me acercaron los responsables de la orquesta contemplaba la
presencia de dos bandoneonistas de nombre Pablo, Yamil y Yañiz. Por imponderables, ninguno de
ellos pudo estar presente en la ocasión pero dos músicos de primera línea como Alejandro Rodríguez y Nicolás Fontana cubrieron con idoneidad sus puestos y hasta éste último se
animó a regalarnos en ejecución y voz un tema de su autoría, Allá en el sur que
recordaba su origen natal. Bella composición que marcó el confesado compromiso
del músico y ocasional cantor con sus raíces.
Todavía quedaba que los
representantes de Almirante Brown nos brindaran Che Buenos Aires, Malena, con
el canto de Mariana Novoa, La cumparsita y Quejas de bandoneón que marcaba la
inevitable despedida, acaso resistida sobre todo por las parejas de bailarines
que ya habían comenzado a entrar en calor e incrementarse en el número.
Cuando
Ruffet y un servidor comenzábamos a
agradecer las presencias y convocarlos para nuevos compromisos de nuestra
entidad llegó la esperada “yapa”. Mariana Novoa y Agustín Kolaric nos
ofrendaron para que nos llevemos por siempre en los oídos, una versión
memorable de Oro y Plata, aquella milonga fruto de la inspiración de dos
grandes: Homero Manzi y Charlo. Así culminaba un nuevo acto institucional del
Centro Cultural del Tango Zona Norte, en este, el año de nuestro décimo quinto
aniversario, con un dejo de sana envidia de mi parte que no reparé en
manifestar porque municipios como Almirante Brown, Avellaneda y San Martín, por
ejemplo, le dan al Tango el lugar que le corresponde como expresión genuina de
la cultura popular y otros se mantienen indiferentes o acaso apáticos para
tomar iniciativas al respecto.
* Las ilustraciones son solo una muestra, el resto de los videos podes verlos aquí
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