MARTÍNEZ, TANGO, PLAZA…

Por Rubén Fiorentino

Aún hoy, a más de 24 horas de ocurridos los sucesos, perduran los ecos de la presencia del Centro Cultural del Tango en los festejos del vigésimo noveno aniversario de la ciudad de Martínez. La avidez nuestra por mostrarnos y la del público por recibir tal demostración conjugaron para que resultara una noche especial, inolvidable para muchos. El factor climático, que el año anterior nos jugara una mala pasada imposibilitándonos de participar, esta vez nos dio el respiro necesario para concretar nuestros propósitos.

Con la conducción de Jorge Gatti y la colaboración de este servidor se inició una jornada que nos depararía innumerables sensaciones. La primera gozando con un grupo joven, el que conforman el dúo Púa Abajo y Javier Romero con su armónica nos hicieron obsequio de un vasto repertorio que incluyó clásico y moderno para beneplácito de los asistentes que escucharon en respetuoso silencio algunos y se animaron a bailarlo otros. Una buena incursión de los muchachos que se presentaban por primera vez convocados por el Centro Cultural del Tango Zona Norte.

Lo significativo del Día de la Soberanía Nacional en este, el Bicentenario de la Patria, fue motivo para que me detuviera a destacarlo como así también la presencia en la plaza de funcionarios municipales y representantes de entidades amigas como el Automóvil Club de San Isidro, la Agrupación Histórico Cultural “El Cañón”, la Asociación “Hijos y Amigos de San Isidro”, los centros de jubilados “Los abuelos de Beccar” y “Standard Electric”, Los “Amigos de la Plaza 9 de Julio”, los Bomberos Voluntarios de San Isidro, difusores radiales de emisoras tales como AM 1090, FM Stylo, Patricios, Fénix y Palermo, vecinos y gente el tango en general.

En tanto Gatti ponía sobre el escenario a otro promisorio representante de la música ciudadana, dado su juventud Lucio Arce, acompañado por las cuerdas de “Púa abajo”, que con temas de su autoría como El hijo del diputado y Choriman despertó hilarantes momentos a ritmo de 2 x 4. Siguió después Jorge Ariel, un hombre que ya lleva un camino transitado en el tango, que con un repertorio clásico dio cuenta el porqué de su meritoria presencia.

Restaba sin duda el plato fuerte de la jornada y estuvo a cargo de Luis Migliori y sus muchachos. El reconocido autor de Alucinante dispuso de un teclado, un contrabajo, dos violines y dos bandoneones, uno de ellos el suyo desde donde conducía eficazmente al grupo por una sucesión de temas que se inició tempranamente con El huracán y concluyó casi ochenta minutos después con La cumparsita. Los cantores Sergio Ugarte y Héctor Moyano le pusieron voz a las melodías desgranadas por los músicos demostrando una avasallante y promisoria juventud el primero y una templada y profesional veteranía el otro. Fue grato observar también la presencia de algunos bailarines profesionales y otros entusiastas de la danza que improvisaron sobre la pista una entusiasmada milonga que se prolongó más allá de la hora 23.

Más allá de esta crónica de los hechos queda el testimonio de aprobación de la gran mayoría de los presentes que destacaron enfervorizadamente la actuación del maestro Migliori y la trascendencia que había tenido para Martínez, la presencia de artistas de tamaña jerarquía. La despedida de Gatti, feliz por los momentos vividos sirvió también para interesar a la gente de nuevos eventos programados como la celebración del Día Nacional del Tango, apoyo logístico a la serenata tradicional organizada por “Hijos y Amigos de San Isidro” (el fin de semana próximo), descubrimiento de placa a Juan D´ Arienzo en el aniversario de su natalicio, entregas del Reconocimiento a la Trayectoria, Orden de la Amistad Tanguera y premios a los triunfadores del décimo certamen poético y sexto de cuento breve organizado por la entidad. La noche, climáticamente agradable había colaborado también para que el tango viviera su fiesta…   .