Con los ochenta y seis recién cumplidos (el pasado 12 de Agosto) se nos fue Jorge Vidal en pos de “la gran gira final”. Allí seguramente Don Osvaldo lo estará aguardando para reeditar en el sello “Celestial” Puente Alsina o Vieja recova, o quizá sea Grela que con su guitarra templada le proponga jugarse por Tres esperanzas, Piazzolla sentado a una mesa te invitará a tomar una copa de pernod para limar viejas asperezas y el “Zorzal Criollo” querrá conocerte pues le llegaron mentas de un morocho cantor que con estilo e imagen a semejanza convocaba a multitudes.En la valija llevarás como carta de presentación al “gran empresario”, tu breve pero fructífera instancia junto al autor de La yumba, tus momentos gloriosos de cantor solista que trascendieron largamente las fronteras de la patria, para llegar a enrojecer palmas de efusiva admiración en el mismísimo Carnegie Hall de Nueva York o acaso tu aparición protagónica en el séptimo arte en aquel film nacional que se llamó El tango en París, las comedias musicales con Canaro o encarnando personajes centrales de celebrados sainetes.
Parafraseando al viejo general, líder de la causa a la que adherías, “llevo en mi retina el maravilloso día en que en un acto de estricta justicia la Academia Nacional del Tango te designó como uno de los suyos” y cuando al fin de la misma jornada junto a Don Atilio Spadaro nos arrimamos a saludarte e invitarte a pasear tu arte por esta Zona Norte del Gran Buenos Aires, gesto que agradeciste y te motivó a una promesa que desgraciadamente no pudiste cumplir”
La salud precaria no te dejó concurrir a recibir tu designación de Socio de Honor del Centro Cultural del Tango Zona Norte en Diciembre pasado y más recientemente cuando descubrimos sendas placas evocando al lugar capitalino donde morara en otro tiempo el virtuoso guitarrista autor de Las cuarenta.
Yo desde acá te hago llegar las Confidencias que las novias seguramente junto a la Ventanita de arrabal añorarán que les cantes La vieja serenata. Los burreros, tus clásicas milongas que se daban indistintamente Entre curdas o con La fulana y a pedido de El peluquero o de la Barra querida.
Chau “negro”, no quiero prolongar más la despedida, se que te esperan y el de “la chiva” no aguarda más de lo que corresponde, que tu estancia sea todo lo exitosa que vos te merecés por porteño, buen cantor, gomía y defensor a ultranza de la noble causa del tango de la que sos y serás por siempre, un baluarte indiscutido.
2 comentarios:
Te quiero agradecer la nota en homenaje al querido Jorge Vidal, inolvidable amigo, entrañable cantor con quién compartí muchísimas noches tangueras desde el viejo café El Argentino de Chacarita donde lo fué a conocer don Osvaldo hasta sus visitas frecuentes junto con su mujer Blanquita a mi oficina. Muchas gracias, un abrazo.
Mario Sejas
Gracias Mario
Realmente se mezclan sentimientos. Por un lado el pesar y el dolor por la partida y por otro el orgullo de que la nota fuera leída por Alejandro Apo en su programa de Radio Nacional, al igual que en Radio del Pueblo (en el ciclo de Vidal) o que la propia viuda quiera musicalizarlo. Un abrazo.
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