Primer Acto Institucional Conjunto

 

Crónica por Rubén Fiorentino

 La nostalgia de un tiempo que fue, un poema gestado en consecuencia y el imaginar que podía contar para presentarlo de un marco lujoso, como la verba siempre certera de Jorge Tirigall, fueron los principales factores desencadenantes de este acto institucional conjunto. Por supuesto también ese lazo afectivo que une desde hace años, a los dueños de la casa anfitriona, la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos y Cultural “Dante Alighieri”, la Asociación “Hijos y Amigos de San Isidro” y el Centro Cultural del Tango de Zona Norte. Lazo este que se afianza en el tiempo superando dificultades como esta cruel pandemia que se llevó a muchos de los nuestros y nos impidió continuar una normal vida de relación donde serenatas, recordatorios a Carlos Gardel, descubrimiento de placas y homenajes a la mujer, entre otras cosas, quedaron postergados. No obstante, como sentenciaba Pedro Bonifacio Palacios: “No te des por vencido ni aún vencido” y así llegamos, tratando de brindarnos por tanto amigo que supimos ganarnos a lo largo del tiempo en este común derrotero.

Ante una nutrida presencia de público, que en una tarde noche nada apacible colmó las instalaciones del Anexo de la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos y Cultural “Dante Alighieri”, fue Gabriel Mateo, representante de la Asociación “Hijos y Amigos de San Isidro, el encargado de darles la bienvenida para seguidamente proceder a transitar las sexagésimo quinta jornada de historia vecinal sanisidrense. Acaso en esta oportunidad no fue Jorge el orador, pero una Tirigall,

Beatriz, tomó la posta para disertar con la misma propiedad de su progenitor sobre los desaparecidos cines del partido, alocución esta matizada por imágenes que acompañaban el relato y aquel poema de mi autoría que acaso generó esta movida. Siguió después una serie de distinciones que la misma entidad tenía reservada para los vecinos Mónica Pastorini, David Robertshon Gunn y Jorge Lima González Bonorino, para siempre con el anuncio de Mateo, darle lugar a un cuadro de danzas argentinas protagonizado por Teresita Rosano, Rubén Lamónica y alumnos de ambos, que nos regalaron dos interpretaciones realmente notables, particularmente una, Cielito de San Isidro, de la autoría del propio Rubén Lamónica.

Precedido del Tango emblema De Academia le llegó el turno a la música que nos representa en el mundo. En la oportunidad junto a las cantantes que el Centro Cultural iba a presentar se sumó la directora del coro de la “Dante Alighieri”, señora Alejandra Leuker y “como si todo eso fuese poco” a manera del pregón de los vendedores ambulantes, la presencia de Graciela Raffa, una profesional del micrófono de notable labor en la 2 x 4, para anunciarlas.

La jerarquía de la citada Alejandra, Silvia Guglielmi, Beatriz Longo y Norma Labat comenzó a aflorar de inmediato, ni bien comenzaron a sonar los primeros compases. Tampoco faltó la entrega de medallas por ser los triunfadores del certamen literario temático del año 2020, largamente postergado por la pandemia. Los miembros de Comisión Directiva del Centro Cultural, Liliana Desanto y Jorge Gatti hicieron entrega a Víctor Longo (cuento breve) y Rubén Lamónica (poesía) respectivamente sus merecidas medallas. Los respetuosos silencios para escuchar a las cantantes y los nutridos aplausos para despedirlas fueron una constante. Por eso esa reunión final frente al público de todas ellas para el reconocimiento se imponía. 

El cierre lo produjo Gabriel Mateo proponiendo a la concurrencia la entonación del Himno a San Isidro Labrador cuya letra estaba contenida en un muy bien elaborado programa que además contenía un minucioso esbozo de lo que sería el acto. Esta quiso ser la crónica del primer acto institucional conjunto “oficial” protagonizado por las tres entidades,

aunque ya en otras oportunidades hombres y mujeres de ellas se vieron involucrados en la concreción de Homenajes a Carlos Gardel, serenatas y descubrimiento de placas en el partido. Fue el primero y…¡Vamos por más!

Fotos gentileza Ricardo Demelli.