Por Rubén Fiorentino
Las pasiones populares suelen ir estrechamente ligadas. Es un mito que el tango y el turf edificaron a través del tiempo una relación sólida y auténtica que no merece siquiera atreverse a discutir. No obstante somos muchos los futboleros acérrimos que reivindicamos para el balompié un sitial importante dentro de la liturgia ciudadana. Alguna vez los hermanos Hugo y Gerardo Sofovich pusieron en boca del actor Juan Carlos Altavista mimetizado en su personaje emblemático, Minguito Tinguitella una canción que integraba a la “vieja”, Boca, Gardel y Perón. El tema no tenía otra pretensión que provocar un momento risueño, por supuesto que los autores no perdían de vista el ansiado rédito económico y algunos extremadamente críticos les endilgaban cierta obsecuencia con el poder, debido a que por esos años se producía la añorada vuelta del general.
No obstante, ese hombre que está solo y espera que pintaba Raúl Scalabrini Ortiz suele ser permeable a estos íconos que conforman nuestra idiosincrasia.
En consecuencia, como no podía ser de otra manera, el tango y el fútbol tejieron un vínculo que merece ser destacado.
Fueron muchos los tangos, algunos particularmente bellos, como los temas dedicados a los albicelestes de Avellaneda, Racing Club de Vicente Greco y De Academia de Osvaldo Fresedo, aquel Independiente Club, de Agustín Bardi, alusivo a sus rojos vecinos, o siguiendo en el sur del conurbano, El taladro que Alfredo de Ángelis ofrendó a su querido Banfield. Pero “los de la ribera”, no en vano calificados como “la mitad más uno” arrasaron en títulos alegóricos a esa divisa inspirada en la bandera de aquel barco sueco. Boca Juniors y sus futbolistas más representativos merecieron la atención de los creativos del género porteño que intentaron perpetuarlos en decenas de melodías. Incluso alguno de ellos, intentó suerte con la música.

De vuelta con los temas que inmortalizaron al club de la ribera, uno de los más antiguos que se recuerda es Boca Juniors Club de José Quevedo que fue concebido hacia el año 1916 cuando los xeneixes comenzaban a transitar su segunda década de vida. Por 1919 se conoce Canaveri, obra de Alfonso Gagliano, dedicada al temible artillero boquense Zoilo Canaveri que acusa en el historial de la institución 12 goles en 32 partidos disputados. A la luz del tiempo transcurrido es difícil establecer una cronología rigurosa pero la conformación de los distintos planteles puede ayudar a lograrlo.
Entonces podríamos suponer que los próximos tangos alusivos serían La Jira de Manuel Pizarro, obviamente dedicado a la exitosa excursión europea producida en 1925 y Por tierra lejana de Alberto Gandolfo. Curiosamente aparece en la partitura el sustantivo del título de Pizarro escrito con una letra j en lógico desmedro del idioma de Cervantes. En 1928 José De Grandis y Bernardo Germino dan a conocer Tarasca solo, dedicado a Domingo Tarascone (goleador de Ámsterdam 1928, con 11 conquistas) que con 193 tantos convertidos se ubica cuarto en el lote de los goleadores del club. “Hacer como Tarasca, de media cancha un gol”…cantaba Gardel en Patadura de José López Ares y Enrique Carrera Sotelo. En 1931 se conocen los tangos Boca Juniors de Adolfo Dispagna, Campeón de Alfredo Bigeschi y en 1933, Cabecita de oro, en alusión a Roberto Cherro que se anota en la carrera goleadora en segundo término con 221 goles convertidos. La obra es de Miguel Padula y J. de Prisco. Más tarde, alrededor del año 1934, Machetero, de Juan Canavello, el título corresponde al apodo que recibía el delantero paraguayo Delfín Benítez Cáceres, séptimo en el historial goleador con 115 conquistas.




Más recientemente en el tiempo Pablo Banchero y Pablo Malizzia se anotan con el tango Boca Juniors del que el primero de ellos deja testimonio en la placa sonora, Daniel Melingo junto a Javier Casalla nos legan CABJ y Joaquín Sabina le profesa su amor en ese híbrido de tango y conga, "Dieguitos y Mafaldas", mientras que proliferan los títulos dedicados a uno de sus máximos ídolos, Diego Armando Maradona. Vaya entonces con las disculpas por las omisiones que pueda haber en esta crónica, desde esta columna tanguera el homenaje al “gran campeón del balompié” en este, su centésimo sexto aniversario.
Fuentes
Batlle, Pablo; “Música Azul y Oro – Partituras”, 12-03-2009, en http://www.coleccionistadebocajuniors.blogspot.com/
Duer, Walter y Ulloa, Alejandro; El Libro del Xentenario
Espinosa Belén, Ricardo; “Homenaje: José Hipólito “Pepe” Basso” en http://www.elportaldeltango.com/
Pinsón, Néstor; “Eduardo del Piano” (Biografía), en http://www.todotango.com/
Sitio http://www.bocajuniors.com.ar/
1 comentario:
DALE BOCA!
Saludos desde Pireo, Grecia.
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