Una de las ventajas de las nuevas tecnologías es que podemos entablar amistad con personas de todos los rincones de nuestro país y del mundo, aunque no tengamos contacto personal. En este día especial nos sentimos dichosos de contarlos a montones y por eso, quienes conformamos el Centro Cultural del Tango Zona Norte, directivos, allegados, socios, artistas, difusores, en fin... AMIGOS TANGUEROS, queremos desearles a todos un ¡MUY FELIZ DIA!
Para ello decidimos recoger la idea de una de las tantas "ciberamigas", la Dra. Mónica de Luca y reproducir un fragmento de ese clásico ineludible de la literatura porteña, como "Crónicas del Angel Gris", de Alejandro Dolina:
Cuando un grupo de amigos no enrolados en ningún equipo se reunen para jugar, tiene lugar una emocionante ceremonia destinada a establecer quienes integrarán los dos bandos. Generalmente dos jugadores se enfrentan en un sorteo o pisada y luego cada uno de ellos elige alternadamente a sus futuros compañeros.Se supone que los mas diestros serán elegidos en los primeros turnos, quedando para el final los troncos.
Pocos han reparado en el contenido dramático de estos lances. El hombre que está esperando ser elegido vive una situación que rara vez se da en la vida. Sabrá de un modo brutal y exacto en qué medida lo aceptan o lo rechazan. Sin eufemismos, conocerá su verdadera posición en el grupo.
A lo largo de los años, muchos futbolistas advertirán su decadencia, conforme su elección sea cada vez más demorada.
Manuel Mandeb, que casi siempre oficiaba de elector, observó que sus decisiones no siempre recaían sobre los más hábiles. En un principio se creyó poseedor de vaya a saber qué sutilezas de orden técnico, que le hacían preferir compañeros que reunían ciertas cualidades.
Pero un día comprendió que lo que en verdad deseaba, era jugar con sus amigos mas queridos. Por eso elegía a los que estaban mas cerca de su corazón, aunque no fueran tan capaces.
El criterio de Mandeb parece apenas sentimental, pero es también estratégico. Uno juega mejor con sus amigos. Ellos serán generosos, lo ayudaran, lo comprenderán, lo alentaran y lo perdonaran.
Un equipo de hombres que se respetan y se quieren es invencible.y si no lo es, mas vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con los extraños o los indeseables.
Algunos de los amigos que componemos el Centro Cultural del Tango Zona Norte. De pie: Julio Pérez (Guitarrista) y esposa, Margarita Sosa, Fortunato More, Betty País (Cancionista), Eduardo Willis, Helio Pereiro, Ernesto Blasioli y Carlos Arena. Sentados: Esteban Fiorentino, Rubén Fiorentino, Atilio Spadaro, Graciela Willis, Mario Calónico y Héctor Moyano (Cantor)Para ello decidimos recoger la idea de una de las tantas "ciberamigas", la Dra. Mónica de Luca y reproducir un fragmento de ese clásico ineludible de la literatura porteña, como "Crónicas del Angel Gris", de Alejandro Dolina:
Cuando un grupo de amigos no enrolados en ningún equipo se reunen para jugar, tiene lugar una emocionante ceremonia destinada a establecer quienes integrarán los dos bandos. Generalmente dos jugadores se enfrentan en un sorteo o pisada y luego cada uno de ellos elige alternadamente a sus futuros compañeros.Se supone que los mas diestros serán elegidos en los primeros turnos, quedando para el final los troncos.
Pocos han reparado en el contenido dramático de estos lances. El hombre que está esperando ser elegido vive una situación que rara vez se da en la vida. Sabrá de un modo brutal y exacto en qué medida lo aceptan o lo rechazan. Sin eufemismos, conocerá su verdadera posición en el grupo.
A lo largo de los años, muchos futbolistas advertirán su decadencia, conforme su elección sea cada vez más demorada.
Manuel Mandeb, que casi siempre oficiaba de elector, observó que sus decisiones no siempre recaían sobre los más hábiles. En un principio se creyó poseedor de vaya a saber qué sutilezas de orden técnico, que le hacían preferir compañeros que reunían ciertas cualidades.
Pero un día comprendió que lo que en verdad deseaba, era jugar con sus amigos mas queridos. Por eso elegía a los que estaban mas cerca de su corazón, aunque no fueran tan capaces.
El criterio de Mandeb parece apenas sentimental, pero es también estratégico. Uno juega mejor con sus amigos. Ellos serán generosos, lo ayudaran, lo comprenderán, lo alentaran y lo perdonaran.
Un equipo de hombres que se respetan y se quieren es invencible.y si no lo es, mas vale compartir la derrota con los amigos, que la victoria con los extraños o los indeseables.
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