Por Ruben Fiorentino
Ese poeta enorme que fue Humberto Constantini en una tarde de domingo con mates, con recuerdos, con tristezas, se le ocurrió inventar a Gardel. Quien esto escribe quizá también con el verde brebaje, en idéntico día de la semana, pero sin futbol, menos ambicioso que el poeta, se le ocurrió afirmar que “El tango es cosa de locos”. Claro que semejante y contundente opinión había que fundamentarla y a ello me remito. Desde la celebre Balada para un loco, que tuvo por gestores a Astor Pantaleón Piazzolla y Horacio Ferrer,
que por supuesto no fue el primero ni el único tema dedicado a la demencia, puedo sumar numerosas páginas relativas. Para ello intentaré llevar un orden alfabético y claro, Cada loco con su tema, compuesto en 1940 por Juan José Guichandut y Carlos Bahr estaría segundo en esta cuantiosa lista.
Llegando alfabéticamente a la letra “e” nos encontramos con El loco, tango instrumental de María Celina Piazza.
El loco de los inventos, es también un tango instrumental que su autor Samuel Castriota le dedica al famoso actor y autor Florencio Parravicini.
Un título curioso le dan Carlos Marcucci y Francisco Bohigas a la página que conciben hacia 1930, El loco de Tom Thumb Golf.
Matilde Vitullo da vida a un tango que denominó El loco milonga. Fue llevado al disco en sendas ocasiones por la Orquesta Típica Imperial, en 2005 y 2011 respectivamente.
El mundo está loco, es la página que lleva música del cantor Teófilo Ibáñez y los versos de Sandalio Gómez que comienzan diciendo “El mundo está loco la gente delira soñando macanas que nunca vendrán”.
Así como al pasar no debo dejar de mencionar el foxtrot grabado por Enrique Rodríguez y su orquesta de todos los ritmos el 30 de diciembre de 1963, que llevó por denominación Esos locos días de verano, en la versión castellana de Ben Molar.
En 1932, Niels Paulos y Luis Rubistein dan a conocer el tango que titulan Loco.
Tiempo mas tarde, en 1936, surge Loco lindo, tango que lleva las firmas de Carlos Di Sarli y Conrado Nalé Roxlo “Chamico”. Fue grabado el 8 de mayo de aquel año por la orquesta de Alberto Gambino, con los pasajes cantados a cargo de Ernesto Famá. Curiosamente con este mismo título hay otras dos composiciones, también del género tango. Una de Domingo Scarpino y Domingo Precona y otra de Marino García y Jesús Fernández Blanco.
Un vals que tiene múltiples responsables, Roberto y José Trippi, José Álvarez y Félix Blanco, es el que denominaron Loco por ti. Tuvo el privilegio de ser llevado al disco por Alfredo de Ángelis, su orquesta y sus cantores Roberto Mancini y Juan Carlos Godoy el 30 de agosto de 1963. Fue en el sello Odeón.
Claro que para endosar locura la imaginación no tiene límites, así bajo esos parámetros seguramente Emilio Barbato y Homero Expósito, en 1941, dan vida a Loco torbellino.
Puedo contabilizar de esta página los registros fonográficos logrados por Francisco Lomuto, con el canto de Jorge Omar, el 6 de noviembre de 1941 y el de Roberto Goyeneche, con el marco musical de la orquesta dirigida por Raúl Garello, el 13 de diciembre de 1976.
Siguiendo idéntica línea Vicente Spina y Roberto Miró conciben Loco turbión, página esta llevada al disco por Miguel Caló con la dupla de cantores formada por el sanisidrense Raúl Iriarte y el rosarino Roberto Arrieta. Fue en el sello Odeón el 15 de marzo de 1946.
Abonados a la demencia, según parece, nuevamente se anotan el oriental Horacio Ferrer y el marplatense Astor Piazzolla con Mi loco bandoneón, página de la que el cantor José Ángel Trelles, con el conjunto de Gustavo Fedel, dejan un magnífico testimonio sonoro en 1993, en el sello Melopea.
Tan solo un loco amor, es una creación de Mariano Mores y Martín Darré, dada a conocer comenzando los años sesenta. Precisamente el propio Mores, con Sergio Cansino y coro, dejan impreso en los surcos del disco una versión de esta página, el 22 de enero de 1960.
Yo estoy loco por vos, es la forma como Roberto Marano, responsable de la música y letra, denomina a su tango, llevado al disco por Jorge Falcón, con el marco musical de la orquesta de Gabriel Clausi. Fue en el sello Chopin en el año 1975.
Cerrando la evocación de estos locos, reflejados en singular en los respectivos títulos, debo mencionar otro foxtrot que mereciera grabaciones de Adolfo Carabelli, con el canto de Alberto Gómez (2 de noviembre de 1931), Francisco Canaro con el canto de Charlo (21 de noviembre de 1931) y solo instrumental de “Pirincho” (12 de enero de 1932). Se trata de Me vuelves loco, que lleva las firmas de Walter Donaldson y Francisco Antonio Lío.
Los locos, así en plural aparecen en otros tantos títulos como acaso el tango instrumental Locos de verano, de Eduardo Fornarini, mismo título que la célebre obra teatral de Gregorio de Laferrere.
Antes, debí haber mencionado Locos de placer, el tango de Conrado Vettori, que en 1926, en una grabación acústica que llevo el numero de placa 0836, del Sello Odeón, Francisco Canaro dejo su impronta.
Quien se podría olvidar de Por cuatro días locos, la marcha que tiene por responsable en letra y música a Rodolfo Sciammarella. Fabuloso éxito de Alberto Castillo que también dio título al film nacional dirigido por Marcelo Saraceni, estrenado el 2 de diciembre de 1953 que tuvo por protagonistas al propio “Cantor de los cien barrios porteños”, Amalia Sánchez Ariño, Francisco Charmiello y Mario Pugliese “Cariño”. Agotado el loco y los locos pasaré a ahondar la investigación ocupándome de la locura, presente también en los creativos del género.
Aquellas locuras, es una vieja página concebida por Roberto Maida y Catulo Castillo que mereció la grabación de la Orquesta Bachicha con el canto del propio Maida, hecho producido en el año 1932.
Título curioso, si los hay, es Exótica locura, página esta cuyos responsables son Roberto Rufino y Héctor Marcó. El que apodaron “El pibe” llevó esta obra al disco en el sello Micronda en 1981, con el marco musical que le brindó la orquesta de Oscar Valente.
Folie, denominación francesa de locura, es una página de la autoría de Alfred Nilson Fysher que el “Zorzal Criollo”, Carlos Gardel, llevó al disco el 21 de septiembre de 1931, acompañado de la orquesta de Gregor Kalikian.
“Por su cariño de nena mimosa por sus caprichos de mujer querida, tengo en el corazón una honda herida que se abra por su amor de mariposa”, son los primeros versos que escribe Andrés Caro para el tango que lleva por título Locura que cuenta con la música que le aportara A. Guerama.
Locura, locura, obra de Manuel Sucher y Roberto Cantoral resulta ser una página presente en varias ocasiones en la placa sonora. Algunas de esas versiones son las que logran Armando Pontier con el canto de Héctor Darío (8 de junio de 1961), Alfredo de Ángelis cantando Juan Carlos Godoy (21 de diciembre de 1961) y Los Señores del Tango, con Oscar Serpa en los cantables (11 de octubre de 1962).
Debo ocuparme ahora de Locuras, obra en tiempo de tango que tiene por autor a Miguel Padula. Una vez mas es Francisco Canaro el encargado de perpetuarla en el disco. Llevo el numero de placa 2436 del sello Odeón y fue grabada el 27 de mayo de 1932.
Una locura propia del género es sin duda Locura tanguera, creación de Osvaldo Ruggiero que llevó al disco Osvaldo Pugliese y su orquesta (1966) y años más tarde (1998) la Orquesta Color Tango dirigida por Roberto Álvarez.
Otra página muy frecuentada por los surcos del disco fue Noche de locura, de Manuel Sucher y Carlos Bahr. Entre las versiones más destacadas podría mencionar la lograda por Jorge Vidal con el marco musical de Héctor María Artola (1954), Miguel Caló con Alberto Podestá (23-6-1954), Lorenzo Barbero con Osvaldo Ribó (23-7-1954), Francini-Pontier con Luis Correa (4-11-1954), Ángel Vargas con el marco musical de Armando Lacava (20-11-1954), Alfredo de Ángelis con Oscar Larroca (25-11-1954), Charlo (29-11-1954) y sendas grabaciones de Carlos Di Sarli, una con Oscar Serpa (21-1-1955) y otra con Rodolfo Galé (3-2-1956), por acaso mencionar algunas.
Pan de mi locura, es un tango cuyos autores son a Nehuen Martino y Mariano Pini, precisamente este, autor de los versos, comienza diciendo: “Están las calles de mi almohada como un relámpago de luna, goteando en carne viva tu ternura, llenándome el dolor de sudestadas.”
Que locura, es una composición que lleva las firmas de Rafael Dadino, Jorge Moreira y Antonio Crescente, fue dado a conocer en 1962, ignoro si alguna vez fue grabada, pero vale mencionarla.
En tiempo de vals, el 10 de noviembre de 1932, Francisco Canaro, su orquesta y el cantor Ernesto Famá perpetúan el título Una locura de amor, de José Sala y Juan Manuel Baños.
Los dementes del tango no solo fueron representantes masculinos, “ellas” también tuvieron lo suyo como les voy a narrar.
Comenzare por Alma de loca, tango que pertenece a Guillermo Cavazza y Jacinto Font. Es una obra de real trascendencia a punto tal de merecer múltiples grabaciones. Entre ellas podría citar, en primer lugar, la de Carlos Gardel con las guitarras de José Ricardo y Guillermo Desiderio Barbieri (Odeón 23 septiembre de 1927) para agregar después las de Francisco Rotundo con Floreal Ruiz (Odeón 19 de mayo de 1952), Horacio Salgan con Roberto Goyeneche (30 de mayo de 1952), Roberto Rufino con la orquesta dirigida por Armando Cupo (Orfeo 1953), Salgan con Edmundo Rivero (1962), Roberto Goyeneche con el conjunto de Baffa-Berlingieri (18 de abril de 1967), Adriana Varela con el conjunto dirigido por Néstor Marconi (Melopea 1993), Luis Cardei con el conjunto dirigido por Luis Borda (1995 G001), Adriana Varela con Esteban Morgado (1996 Melopea) y seguramente un montón mas que omití mencionar.
Habia necesidad de ubicar a la dama demente en un sitio puntual y hay quienes se encargaron de ello.
En primer lugar quiero citar a Piazzolla y Ferrer, pero no Astor como podrían suponer sino Daniel Piazzolla. Ambos dieron vida a La loca de la plaza una composición que lleva ritmo de milonga.
Domingo Federico y Miguel Jubany, en tanto, gestaron La loca de la terminal en tiempo de tango.
Comenzaba la tercera década del siglo de Cambalache cuando Manuel Joves y Antonio Viergol dan vida para los tiempos a Loca, hermoso tema que mayormente se escucha en forma instrumental. Si me parece ver a Juancito y su ritmo nervioso, ejecutar como el solo supo hacerlo, esta obra, que junto a La cumparsita, La puñalada y Felicia, acaso fueron “caballitos de batalla” de su nutrido repertorio.
La demencia femenina no solo debe adjudicarse a una dama, también como lo entendieron Francisco De Caro y Dante Linyera a un estilo de vida, así surgio Loca bohemia.
También podemos contabilizar a los que adjudicaron algún motivo a la demencia, tal el caso de Pablo Vázquez y Ricardo Podesta que concibieron en tiempo de vals Loca de amor.
Otras causas que imaginaron para la “chifladura” los creativos de la música popular fueron por ejemplo Loca ilusión, de Julio De Caro y Arturo Rodríguez Bustamente
y Loca quimera, obra de Humberto Tallone y José Rusconi.
Milonga loca, es una pagina instrumental de Astor Piazzolla que este grabo con su quinteto en el año 1984. El sitio donde concretaron el registro fue el sello RCA Víctor.
Corría el año 1957 cuando Antonio Scatasso y Francisco Bastardi perpetuaron en el pentagrama Muchachita loca.
Las aves tampoco escaparon a esta demencia declamada por los tangueros y así Fausto Frontera responsable de letra y música dio vida a Palomita loca.
Pero volviendo a los humanos nos encontramos con Pebeta loca una obra que lleva las firmas de José y Luis Servidio, responsables de la música y los versos los aporto Enrique Rando.
Cuando la manifestación mas elocuente de alegría se expresa en forma descontrolada estamos ante la presencia de Risa loca, como la describen en tango Pedro Laurenz y José De Grandis.
Esta composición apareció en diversas oportunidades en la placa sonora, Algunas de ellas tuvieron por protagonistas a Julio De Caro (16 de diciembre de 1926) y al propio Laurenz (Microfón 1966).
El azar también suele entrelazarse con la locura por lo tanto no puede sorprendernos que lo hayan considerado esos permanentes y exitosos creativos que fueron y serán para los tiempos Anselmo Aieta y Francisco García Jimenez. De su inspiración fluyo Suerte loca un tema que data de 1924. La pagina alcanzo gran popularidad y no fue de extrañar los cuantiosos registros fonográficos que la abordaron. Francisco Canaro con el concurso vocal de Charlo (Odeón 1° de agosto de 1928), Enrique Rodríguez con Armando Moreno (24 de octubre de 1941), el binomio inolvidable Troilo-Fiorentino (RCA Víctor 15 de junio de1942), Ángel Dominguez con Carlos Almagro (2 de julio de 1957), Los Astros del Tango (1958, instrumental), Juan D´Arienzo con Armando Laborde (RCA Víctor 9 de octubre de 1964), Roberto Goyeneche con la Orquesta típica Porteña dirigida por Raúl Garello (2 de julio de 1976), Osvaldo Pugliese (18 de junio de 1986 instrumental), son algunas de ellas.
No podía faltar tampoco la Locura tanguera que perpetuó en el pentagrama Osvaldo Ruggiero y llevó al disco el sexteto mayor.
También vinculando la risa con la locura Eduardo Pereyra y Jose Ferreyra componen Y reías como loca.
Acaso en las postrimerías del epilogo me encuentro con dos temas titulados de igual forma, Yerba loca.
Uno de ellos lleva la autoría de Rodolfo y Micaela Sastre y el otro pertenece a Francisco Ferraro y Alfredo Gaudino.
Siguiendo con el genero femenino, esta vez en plural encontramos Cabecitas locas, tango que tuvo por autores a Enrique Delfino y Luis Roldan. El 19 de mayo de 1927 en el sello Odeón, Francisco Canaro y su orquesta lo perpetua en el disco.
Ganitas de amar, es el titulo de la pagina que Lilian Papasso le da a su obra en tiempo de tango, concebida en 2008.
Cuando ya daba por cerrada mi loca propuesta encontré otros títulos que ameritan mencionarse como el tango Yo estoy loco por vos, de Roberto Marano perpetuado en la placa sonora por Luis Iglesias, Amor loco, de Heberto Hualpa y Víctor Quiroga, Vieja loca de Víctor Soliño y Ramón Collazo y acaso el foxtrot Yo estoy loco por la bocina de mi automóvil que grabó Adolfo Carabelli.
Para cerrar me guarde la versión lunfarda referida a la locura, que obviamente es Rechiflao, obra instrumental de Ángel Felix Danesi, que Francisco Canaro lleva al disco en forma acústica, en el año 1923 y llevo el numero de placa 181.
Como ya creo que los sature un poco con piantados, piantadas y piantaduras, me voy cantando bajito aquellos versos del negro Cele que comenzaban diciendo “Rechiflado en mi tristeza hoy te evoco y veo que has sido”…
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